El joven periodista Carlos Crivell Reyes, pregonó ayer las Glorias de la ciudad en un acto que estuvo presidido en el altar del jubileo de Catedra por la Divina Pastora de las Almas del Convento de San Antonio.
“Dios no existe” con éstas demoledoras palabras comenzó el pregón de las glorias de Sevilla. Esto, forma parte de una conversación que el Arcángel San Gabriel mantiene con la virgen María. Y es sobre esta conversación y el viaje a Sevilla de estos dos personajes, lo que sustentó el pregón de Crivell.
El acto dio comienzo con la interpretación de la marcha “Virgen del Amparo”,interpretada por la Banda Sinfónica Municipal, pocos minutos pasados de las 8 y media de la tarde.
La presentación del pregonero, corrió a cargo del Teniente de Alcalde y Delegado de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Gregorio Serrano López. Seguidamente, se pudo escuchar la marcha “Glorias de Sevilla” de Manuel Marvizón.
El pregón
El pregón de Carlos Crivell, está escrito en prosa poética con algo de verso enfocado, sobre todo, en Sevilla como ciudad mariana, como el propio titulo de la ciudad lo atestigua. En él también vierte vivencias y experiencias personales.
El pregón versa sobre una historia con el Arcángel San Gabriel y la Virgen María como personajes principales. El primero le descubre la "ciudad mariana" a la propia Virgen.
En su viaje, estos dos personajes van conociendo a una serie de personas, que les contaran un recorrido por algunas de las devociones mas extendidas en la ciudad: la devoción hacia la Pastora, la Virgen del Carmen, la Virgen del Rosario, la Pura y Limpia Concepción del Postigo y la Virgen del Amparo, si bien han estado presentes todas las demás glorias.
Especialmente entrañable, el momento en el que se hacia referencia a Juan Martínez Alcalde, presente en el pregón en el personaje de Juan, una de las personas que ayudan a San Gabriel y la virgen a conocer las glorias de las ciudad, “al que el Ayuntamiento a petición de los cofrades, le va a dedicar una calle”. También momento clave, cuando narra el momento en el que San Juan Pablo II oró ante la Pura y Limpia del Postigo.
Especiales palabras para su Virgen del Amparo de la que dice “la gloria está en su mano, y Ella en todas las glorias. Sevilla y sus vírgenes, con mi Virgen del Amparo”, y que le sirven de contexto para contar sus propias vivencias con la Virgen.
Finaliza el pregón cuando San Gabriel dice que deben irse, pero la Virgen María responde:“Vete tu Gabriel, que mi alma es del cielo, pero en Sevilla está la Fe, y aquí para siempre me quedo”.
Personas asistentes
Como es tradicional, contó con la presencia del Arzobispo de Sevilla, Monseñor Juan José Asenjo, el Obispo auxiliar, Santiago Gómez, el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido y el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Carlos Burrelier, entre otras muchas autoridades.
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